¿Y si la intuición fuera la voz de tu alma?

¿Cuántas veces has sentido algo sin saber por qué?
Esa sensación suave, pero insistente. Ese susurro interior que no grita, pero que cuando lo ignoras… el tiempo te demuestra que tenía razón.

Llamamos intuición a esa capacidad de saber sin razonar. Pero ¿y si la intuición fuera algo más que eso? ¿Y si fuera, en realidad, la voz de tu alma intentando guiarte?

Vivimos en una sociedad que ha dado todo el protagonismo a la mente. Nos han enseñado a analizar, calcular, justificar… Pero no nos han enseñado a escuchar. Y mucho menos a confiar en lo que no se puede demostrar.

Sin embargo, todos tenemos una brújula interna. Esa que se activa cuando algo “te vibra”, cuando sientes paz inexplicable al tomar una decisión, o cuando simplemente “sabes” qué camino elegir, aunque no haya una razón lógica detrás.

La intuición no es un lujo de unos pocos. Es un lenguaje universal que todos traemos de serie. Solo que, en lugar de palabras, se expresa con sensaciones, imágenes, emociones, certezas sin forma.

¿Cómo reconocer la voz de tu alma?
No insiste. No asusta. No empuja.
La voz del alma es suave, serena, tranquila. No te pone nerviosa, ni te presiona. Solo te muestra con claridad.
El miedo grita. La intuición susurra.
Sientes paz, aunque no tengas certezas.
Hay decisiones que pueden dar vértigo, pero si vienen del alma, en el fondo sientes calma… incluso cuando la cabeza te dice que estás loca.
Se repite de forma amable.
Cuando no la escuchas, no se enfada. Vuelve. Se manifiesta en sueños, en señales, en una conversación que llega “de casualidad”.
 
Ejercicio simple para reconectar con tu intuición:
Cierra los ojos. Respira profundo.
Recuerda una decisión que tomaste desde la intuición. No desde el miedo, no desde la lógica. Sino desde ese lugar interno que sabe.

¿Qué sentiste en tu cuerpo? ¿Dónde lo notaste? ¿Qué emoción acompañaba esa decisión?

Haz este ejercicio a menudo. Así tu alma sabrá que estás lista para escucharla.

 
Escuchar la intuición es volver al hogar. Es dejar de buscar fuera lo que siempre estuvo dentro.

Confía.
Esa voz suave que a veces te visita… no es imaginación.
Es tu alma hablando. Y nunca se equivoca.

www.talktomayka.com